Toxoplasmosis en el Embarazo

Toxoplasmosis portada

La espera de un nuevo miembro en la familia es un viaje lleno de expectativas, emociones y, sobre todo, preparación. Durante el embarazo, la salud de la madre y el desarrollo del bebé se convierten en la prioridad principal, llevando a las futuras madres a informarse y cuidarse para asegurar un entorno seguro y saludable para ambos. Dentro de este contexto, la toxoplasmosis en el embarazo emerge como un tema de importancia debido a su potencial impacto en la salud fetal. Este post se dedica a explorar, de manera detallada, qué es la toxoplasmosis, cómo puede afectar al embarazo, y cuáles son las medidas preventivas que pueden adoptarse para minimizar los riesgos asociados con esta infección.

La toxoplasmosis es una infección que, aunque muchas veces pasa desapercibida en adultos sanos, requiere atención especial cuando se trata de mujeres embarazadas. Dada la posibilidad de transmisión al feto y las complicaciones que puede conllevar, entender qué es, cómo se contagia, y cómo se puede prevenir la toxoplasmosis se convierte en un conocimiento esencial para cualquier madre o padre en espera.

A través de este post, proporcionaremos información valiosa sobre las causas de la toxoplasmosis, los síntomas a tener en cuenta, las formas de contagio y, crucialmente, cómo prevenir esta infección para proteger tanto a la madre como al bebé. Además, discutiremos las pruebas disponibles para detectar la infección, el tratamiento recomendado en caso de diagnóstico positivo, y el pronóstico para aquellas embarazadas afectadas por la toxoplasmosis.

La prevención y el manejo adecuado de la toxoplasmosis en el embarazo son fundamentales para garantizar un desarrollo saludable del bebé y una experiencia de embarazo segura para la madre. Con información y cuidados apropiados, es posible enfrentar este desafío y asegurar el bienestar de toda la familia.

Contenido del Post

¿Qué es la Toxoplasmosis?

La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii, un microorganismo que puede encontrarse en todo el mundo y es capaz de infectar a casi todos los animales de sangre caliente, incluidos los seres humanos. Aunque la infección por toxoplasmosis es común y suele ser asintomática o presentar síntomas leves en personas con un sistema inmunológico saludable, su impacto puede ser significativamente mayor en mujeres embarazadas y sus bebés en desarrollo.

Este parásito puede vivir en el suelo, en alimentos crudos o mal cocinados, especialmente en carne de cerdo, cordero y venado, y en las heces de gatos infectados. Los humanos pueden contraer toxoplasmosis de varias maneras, como por ejemplo, a través del consumo de carne contaminada y poco cocida, al manipular tierra o arena contaminada con heces de gato, o mediante la ingestión de alimentos o agua que hayan entrado en contacto con el parásito.mujer embarazada gato toxoplasmosis

Una vez dentro del cuerpo, el Toxoplasma gondii se dirige a varios órganos y tejidos, donde puede permanecer latente durante la vida de la persona. La mayoría de las personas que se infectan con toxoplasmosis no son conscientes de ello debido a la ausencia de síntomas o porque estos son similares a los de una gripe leve, incluyendo fatiga, dolor muscular y fiebre.

Sin embargo, la principal preocupación de la toxoplasmosis surge cuando una mujer se infecta por primera vez justo antes o durante el embarazo. En estos casos, el parásito puede cruzar la placenta y infectar al feto, lo que puede llevar a complicaciones graves, como retraso en el crecimiento, problemas en el desarrollo cerebral, e incluso la pérdida del embarazo. Por estas razones, entender qué es la toxoplasmosis y cómo prevenirla es crucial para cualquier mujer embarazada o que planea estarlo.

Causa y Factores de Riesgo de la Toxoplasmosis

Comprender los factores de riesgo asociados con la toxoplasmosis es crucial para prevenir la infección, especialmente en mujeres embarazadas, donde el riesgo de transmisión al feto puede tener consecuencias graves.

Factores de Riesgo de la Toxoplasmosis

Contacto con Gatos

El riesgo más conocido es el contacto directo con heces de gatos infectados. Esto no significa que las mujeres embarazadas deban evitar a todos los gatos, pero sí deben tener cuidado con la limpieza de cajas de arena y evitar el contacto con las heces felinas.

Consumo de Carne Cruda o Mal Cocidacarne mal cocinada toxoplasmosis

El parásito puede encontrarse en carne infectada, especialmente de cerdo, cordero y caza. Consumir estos alimentos crudos o poco cocidos es una vía común de infección. Nuestro consejo es, aunque parezca la carne que hacéis en casa hecha, darle siempre un toque en el horno. Mejor prevenir que curar. 

Si quieres conocer qué alimentos están prohibidos durante el embarazo, pincha en el siguiente enlace:

Alimentación durante el embarazo: ¿Qué alimentos están prohibidos en el embarazo?

Frutas y Verduras Contaminadas

El Toxoplasma gondii puede estar presente en la tierra. Las frutas y verduras que no se lavan adecuadamente antes de su consumo pueden ser vehículos de infección si están contaminadas con tierra que contiene el parásito.

Contaminación Ambiental

La manipulación de tierra o arena, por ejemplo, al jardinear o jugar en cajas de arena, sin el uso de guantes o sin lavarse las manos adecuadamente después, puede resultar en la ingestión de parásitos si estos están presentes.

Transmisión Congénita

Si una mujer se infecta con toxoplasmosis por primera vez durante el embarazo, existe el riesgo de que el parásito se transmita al feto a través de la placenta. Este riesgo varía según el trimestre del embarazo durante el cual ocurre la infección, siendo generalmente más alto en etapas más avanzadas del embarazo.

Transfusiones de Sangre o Trasplantes de Órganos

Aunque es menos común, la toxoplasmosis también puede transmitirse a través de transfusiones de sangre o trasplantes de órganos infectados.

Reducción de Riesgos de la Toxoplasmosis

La conciencia sobre estos factores de riesgo es el primer paso para prevenir la infección por toxoplasmosis. Las mujeres embarazadas, en particular, deben ser conscientes de estas vías de infección y tomar medidas proactivas para reducir su exposición al parásito. La prevención incluye prácticas de higiene adecuadas, manipulación segura y preparación de alimentos, y cuidado al interactuar con gatos o al trabajar en el jardín.

Reconociendo y abordando estos factores de riesgo, las mujeres embarazadas pueden tomar medidas efectivas para protegerse a sí mismas y a sus bebés en desarrollo de la infección por toxoplasmosis, minimizando así el riesgo de complicaciones asociadas con esta enfermedad.

Síntomas de la Toxoplasmosis

La toxoplasmosis, especialmente en adultos con un sistema inmunológico saludable, a menudo transcurre sin síntomas o presenta signos leves que pueden confundirse con los de otras enfermedades menos específicas, como la gripe. Sin embargo, su manifestación durante el embarazo y sus posibles efectos en el feto hacen crucial el conocimiento de estos síntomas, tanto en las madres como en los recién nacidos, para una detección y tratamiento oportunos.

Síntomas en Adultos

En aquellos casos donde se presentan síntomas, estos pueden incluir:

  • Fatiga y malestar general.
  • Fiebre.
  • Dolores musculares y corporales.
  • Dolor de cabeza.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente alrededor del cuello.
  • Dolor de garganta.

Debido a su similitud con los síntomas de muchas otras enfermedades virales, la toxoplasmosis a menudo pasa desapercibida o se diagnostica erróneamente sin una prueba específica.

Síntomas de la Toxoplasmosis Durante el Embarazo

Durante el embarazo, los síntomas en la madre pueden ser similares a los mencionados y, en muchos casos, la infección puede pasar inadvertida. Sin embargo, la principal preocupación es la transmisión del parásito al feto, lo que puede llevar a síntomas y complicaciones más graves.

Síntomas en Recién Nacidos (Toxoplasmosis Congénita)

La toxoplasmosis transmitida de la madre al bebé durante el embarazo puede causar toxoplasmosis congénita, cuyos síntomas pueden variar ampliamente, desde ser asintomática hasta presentar signos graves, que incluyen:

  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos).
  • Tamaño pequeño al nacer.
  • Retraso en el crecimiento.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos.
  • Erupciones cutáneas.
  • Problemas de audición.
  • Problemas de visión, incluyendo coriorretinitis (inflamación de la retina y la coroides), que puede llevar a la ceguera.
  • Convulsiones.
  • Calcificaciones intracraneales, detectables mediante ultrasonido o tomografías.
  • Anemia o trombocitopenia (recuento bajo de plaquetas).

Es crucial destacar que muchos de estos síntomas pueden no ser evidentes al nacer, desarrollándose problemas de salud, de aprendizaje o neurológicos a medida que el niño crece. Por esta razón, el seguimiento y evaluación médica temprana y regular de los bebés potencialmente expuestos a la toxoplasmosis es fundamental.

Pruebas para Detectar la Toxoplasmosis

La detección temprana de la toxoplasmosis durante el embarazo es crucial para prevenir la transmisión del parásito al feto y para manejar la infección de manera efectiva en caso de que ocurra. Hay varias pruebas disponibles que pueden ayudar a diagnosticar la toxoplasmosis en mujeres embarazadas y en recién nacidos.

Pruebas para Detectar la Toxoplasmosis en Embarazadas

Pruebas Serológicas

Las pruebas serológicas buscan la presencia de anticuerpos contra el Toxoplasma gondii en la sangre. Hay dos tipos principales de anticuerpos que se pueden detectar: IgM e IgG.

  • Anticuerpos IgM: La presencia de anticuerpos IgM suele indicar una infección reciente. Sin embargo, los anticuerpos IgM pueden persistir durante meses después de la infección inicial, por lo que su presencia no siempre indica una infección aguda durante el embarazo.
  • Anticuerpos IgG: Los anticuerpos IgG indican una infección pasada y, por lo general, inmunidad contra el parásito. La detección de IgG sin IgM sugiere una infección anterior al embarazo, reduciendo el riesgo de transmisión al feto.

En casos donde las pruebas indican una posible infección reciente, se pueden realizar pruebas adicionales, como la prueba de avidez de IgG, para determinar el tiempo aproximado de la infección.

Amniocentesis

En situaciones donde hay una alta sospecha de toxoplasmosis en el embarazo, se puede realizar una amniocentesis para detectar la presencia del parásito en el líquido amniótico. Este procedimiento generalmente se lleva a cabo en el segundo trimestre del embarazo y puede proporcionar evidencia directa de la infección fetal.

Pruebas en Recién Nacidos

Si hay una sospecha de toxoplasmosis congénita, el recién nacido puede ser sometido a pruebas similares a las de la madre, incluyendo pruebas serológicas para detectar anticuerpos específicos contra el Toxoplasma gondii. Además, se pueden realizar pruebas adicionales, como ultrasonidos cerebrales, resonancias magnéticas y estudios oftalmológicos, para evaluar posibles efectos de la infección en el desarrollo del bebé.

Las pruebas para detectar la toxoplasmosis en el embarazo y en recién nacidos son herramientas esenciales para la prevención y el tratamiento oportuno de esta infección. La detección temprana permite a los proveedores de atención médica implementar medidas para reducir el riesgo de transmisión al feto y manejar la infección de manera efectiva para proteger la salud tanto de la madre como del bebé. Las mujeres embarazadas deben discutir el riesgo y las opciones de prueba con su médico para asegurar una vigilancia adecuada a lo largo del embarazo.

Tratamiento para la Toxoplasmosis

El tratamiento de la toxoplasmosis durante el embarazo se enfoca en reducir el riesgo de transmisión del parásito al feto y en tratar la infección tanto en la madre como en el bebé, en caso de que ocurra la transmisión. La elección del tratamiento adecuado depende de varios factores, incluyendo el momento de la infección durante el embarazo y si el bebé ha sido infectado.

Tratamiento en Mujeres Embarazadas

Si se diagnostica una infección por toxoplasmosis durante el embarazo, el tratamiento específico dependerá de la etapa del embarazo en la que se encuentre la madre en el momento de la infección:

  • Infección Temprana en el Embarazo: Si la infección se detecta en las primeras etapas del embarazo, se puede prescribir espiramicina, un antibiótico que reduce el riesgo de transmisión del parásito al feto. La espiramicina actúa concentrándose en la placenta para evitar que el Toxoplasma gondii la cruce, aunque no trata la infección en el feto si la transmisión ya ha ocurrido.
  • Infección Confirmada o Sospechada en el Feto: En casos donde hay evidencia o una alta sospecha de infección fetal, se puede recomendar un tratamiento con pirimetamina y sulfadiazina, dos medicamentos que tratan la infección en tanto la madre como el feto. Este tratamiento se complementa generalmente con ácido folínico para prevenir los efectos secundarios de la pirimetamina en la madre.

Tratamiento en Recién Nacidos

Los bebés diagnosticados con toxoplasmosis congénita generalmente reciben un tratamiento con pirimetamina y sulfadiazina durante el primer año de vida. Este tratamiento puede reducir significativamente la gravedad de los síntomas y prevenir el desarrollo de complicaciones a largo plazo asociadas con la infección. El seguimiento regular con análisis de sangre y evaluaciones oftalmológicas y neurológicas es crucial para monitorear la efectividad del tratamiento y el desarrollo del niño.

Monitoreo y Seguimiento

El tratamiento de la toxoplasmosis en el embarazo y en recién nacidos requiere un monitoreo cuidadoso por parte de los profesionales de la salud. Las mujeres embarazadas que reciben tratamiento deben ser monitoreadas mediante pruebas de sangre regulares para asegurar que el tratamiento esté funcionando y para ajustarlo si es necesario. Del mismo modo, los bebés que reciben tratamiento necesitan un seguimiento continuo para evaluar su respuesta al tratamiento y detectar cualquier signo de efectos secundarios o complicaciones.monitorero-seguimiento mujer embarazada

El tratamiento oportuno y efectivo de la toxoplasmosis durante el embarazo y en recién nacidos es esencial para minimizar el riesgo de transmisión del parásito y sus posibles efectos adversos en el bebé. La colaboración entre las embarazadas, sus familias y los equipos médicos es fundamental para gestionar esta infección de manera efectiva, asegurando el bienestar y la salud tanto de la madre como del bebé. Es importante que cualquier mujer embarazada con preocupaciones sobre la toxoplasmosis hable con su proveedor de atención médica para discutir las opciones de prueba y tratamiento disponibles.

Pronóstico de la Toxoplasmosis durante el Embarazo

El pronóstico de la toxoplasmosis en el embarazo y en recién nacidos afectados por la transmisión congénita del parásito Toxoplasma gondii depende de varios factores, incluyendo el momento de la infección durante el embarazo, la prontitud y eficacia del tratamiento, y la presencia de complicaciones. Afortunadamente, con el diagnóstico precoz y el manejo adecuado, el pronóstico puede ser favorable.

Pronóstico para Mujeres Embarazadas

Para las mujeres embarazadas que adquieren toxoplasmosis, el tratamiento temprano y adecuado puede reducir significativamente el riesgo de transmisión del parásito al feto. La mayoría de las mujeres embarazadas tratadas adecuadamente no experimentan complicaciones graves y dan a luz a bebés sanos. La clave para un resultado positivo es el diagnóstico temprano y el inicio oportuno del tratamiento.

Pronóstico para Recién Nacidos con Toxoplasmosis Congénita

El pronóstico para los recién nacidos infectados varía:

  • Detección y Tratamiento Tempranos: Los bebés que son diagnosticados y tratados tempranamente suelen tener un pronóstico más favorable. El tratamiento puede reducir significativamente la gravedad de los síntomas y las complicaciones a largo plazo, aunque algunos niños pueden requerir tratamiento y seguimiento continuo.
  • Infección Grave al Nacer: Los bebés que presentan síntomas graves de toxoplasmosis al nacer, o aquellos con complicaciones significativas, pueden enfrentar desafíos mayores. A pesar de ello, el tratamiento y el cuidado médico especializado pueden mejorar la calidad de vida y el desarrollo de estos niños.
  • Seguimiento a Largo Plazo: Es importante un seguimiento a largo plazo para todos los niños con toxoplasmosis congénita, ya que algunos efectos de la infección, como los problemas de visión o audición, pueden manifestarse o evolucionar con el tiempo.

Factores que Influyen en el Pronóstico

  • Momento de la Infección: El momento durante el embarazo en que la madre se infecta puede influir en el riesgo y la severidad de la transmisión al feto. Las infecciones tempranas en el embarazo, aunque menos propensas a transmitirse, pueden resultar en complicaciones más graves si el feto se infecta.
  • Acceso al Tratamiento: La disponibilidad y el acceso oportuno al tratamiento juegan un papel crucial en mejorar el pronóstico.

El pronóstico de la toxoplasmosis en el embarazo y para los recién nacidos afectados por la toxoplasmosis congénita ha mejorado significativamente con los avances en el diagnóstico y el tratamiento. La detección temprana y la intervención médica son fundamentales para garantizar resultados saludables tanto para la madre como para el bebé. A través de la educación, la prevención y el cuidado prenatal adecuado, las familias pueden navegar con éxito los riesgos asociados con la toxoplasmosis, manteniendo la salud y el bienestar de sus miembros más vulnerables.

Complicaciones durante el Embarazo

La toxoplasmosis durante el embarazo puede acarrear complicaciones tanto para la madre como, especialmente, para el feto o el recién nacido. La mayoría de las mujeres con un sistema inmunológico saludable que se infectan con Toxoplasma gondii durante el embarazo no experimentan síntomas severos por sí mismas. Sin embargo, la principal preocupación radica en la posible transmisión del parásito al feto, lo que puede conducir a complicaciones serias y a largo plazo.

Complicaciones en el Feto y Recién Nacido

La infección fetal, conocida como toxoplasmosis congénita, ocurre cuando el Toxoplasma gondii se transmite de la madre al feto a través de la placenta. La gravedad de la infección puede variar ampliamente, desde casos asintomáticos hasta otros que presentan complicaciones graves.

Complicaciones Asociadas con la Toxoplasmosis Congénita:

  • Retraso en el crecimiento intrauterino: La infección puede afectar el desarrollo normal del feto.
  • Daño cerebral y calcificaciones intracraneales: Alteraciones en el desarrollo cerebral pueden llevar a dificultades de aprendizaje, retrasos en el desarrollo y problemas neurológicos.
  • Hidrocefalia: La acumulación de líquido en el cerebro puede causar un aumento en la presión intracraneal, potencialmente resultando en daño cerebral.
  • Coriorretinitis: Inflamación de la retina, que puede causar problemas visuales e incluso ceguera.
  • Ictericia severa, anemia y trombocitopenia en el recién nacido.

Complicaciones a Largo Plazo

Algunos niños con toxoplasmosis congénita pueden desarrollar síntomas o complicaciones a largo plazo, como:

  • Problemas visuales: Las lesiones en la retina pueden progresar o aparecer más adelante en la vida, afectando la visión.
  • Problemas auditivos: Aunque menos comunes, los problemas de audición pueden ser una secuela de la infección.
  • Retrasos en el desarrollo y dificultades de aprendizaje: El daño cerebral causado por la toxoplasmosis congénita puede manifestarse en retrasos del desarrollo y dificultades cognitivas y de aprendizaje.

Prevención de Complicaciones

La detección temprana de la toxoplasmosis en mujeres embarazadas a través de pruebas serológicas y el tratamiento oportuno son clave para prevenir la transmisión al feto. En aquellos casos donde se confirma la infección fetal, un tratamiento temprano y especializado puede reducir significativamente el riesgo de complicaciones graves y mejorar el pronóstico a largo plazo para el niño.

La toxoplasmosis en el embarazo plantea riesgos serios, principalmente debido a su potencial para causar toxoplasmosis congénita y sus asociadas complicaciones. Sin embargo, con un enfoque proactivo que incluya prevención, detección temprana y tratamiento adecuado, es posible minimizar estos riesgos y promover resultados saludables tanto para las embarazadas como para sus bebés. La colaboración entre las mujeres embarazadas y sus equipos de atención médica es fundamental para navegar con éxito este aspecto del cuidado prenatal.

Preguntas Frecuentes sobre la Toxoplasmosis en el Embarazo

 ¿Cómo puedo saber si tengo toxoplasmosis en el embarazo?

La mayoría de las infecciones por toxoplasmosis son asintomáticas. La forma más efectiva de saber si has sido infectada durante el embarazo es mediante pruebas de sangre que buscan anticuerpos específicos contra el Toxoplasma gondii. Habla con tu médico sobre la realización de estas pruebas, especialmente si crees que podrías haber estado expuesta al parásito.

¿Es seguro tener un gato durante el embarazo?

Sí, es seguro tener un gato durante el embarazo, pero se deben tomar precauciones para evitar la exposición al Toxoplasma gondii. Evita cambiar la caja de arena del gato si es posible, o usa guantes y lávate bien las manos después. Asegúrate también de que tu gato se alimente con comida comercial o cocida y no cace ni consuma carne cruda.

¿Qué alimentos debo evitar durante el embarazo para prevenir la toxoplasmosis?

Evita consumir carne cruda o poco cocida, embutidos y fiambres no curados, frutas y verduras sin lavar y leche no pasteurizada. Cocina todas las carnes a una temperatura interna segura y lava bien todas las frutas y verduras antes de comerlas.

¿Cuál es el tratamiento para la toxoplasmosis durante el embarazo?

Si se diagnostica toxoplasmosis durante el embarazo, el tratamiento puede incluir antibióticos como la espiramicina para prevenir la transmisión al feto. En casos donde se sospecha o confirma la infección fetal, se pueden utilizar otros medicamentos como la pirimetamina y la sulfadiazina. Tu médico determinará el mejor curso de tratamiento basado en tu situación específica.

¿Cómo puede afectar la toxoplasmosis a mi bebé?

La toxoplasmosis congénita puede causar una variedad de complicaciones en el bebé, incluyendo problemas de crecimiento, problemas de visión, convulsiones y retrasos en el desarrollo. La detección y el tratamiento tempranos son esenciales para minimizar estos riesgos.

Conclusiones finales sobre la Toxoplasmosis

La toxoplasmosis durante el embarazo representa un desafío de salud significativo que requiere atención y manejo cuidadosos para proteger tanto a la madre como al bebé en desarrollo. Aunque la posibilidad de transmisión del parásito Toxoplasma gondii y las potenciales complicaciones pueden ser motivo de preocupación, el conocimiento adecuado sobre cómo se produce la infección, junto con medidas preventivas efectivas y opciones de tratamiento disponibles, pueden minimizar significativamente los riesgos asociados.

Conciencia y Prevención: La clave para manejar la toxoplasmosis en el embarazo yace en la prevención y el diagnóstico temprano. Adoptar precauciones básicas, como el manejo seguro de alimentos, evitar el contacto con heces de gato y practicar una buena higiene, puede reducir drásticamente el riesgo de infección.

Diagnóstico y Tratamiento Oportuno: Para aquellas embarazadas que se infectan, el diagnóstico temprano seguido de un tratamiento adecuado puede prevenir la transmisión al feto y mitigar los posibles efectos adversos. Es importante que las mujeres embarazadas discutan las pruebas de detección de toxoplasmosis con sus proveedores de atención médica como parte de su cuidado prenatal.

Colaboración con Profesionales de la Salud: Mantener una comunicación abierta y regular con el equipo de atención médica permite a las embarazadas recibir el asesoramiento y el apoyo necesarios para navegar por esta infección potencial. Los profesionales de la salud están equipados para proporcionar información actualizada, realizar pruebas diagnósticas y administrar tratamientos basados en las necesidades individuales de cada paciente.

Empoderamiento a través de la Educación: La educación es una herramienta poderosa que empodera a las mujeres embarazadas para tomar decisiones informadas sobre su salud y la de sus bebés. Acceder a información confiable y basada en evidencia sobre la toxoplasmosis y otras preocupaciones del embarazo es fundamental para un embarazo saludable y seguro.

En conclusión, aunque la toxoplasmosis en el embarazo es un motivo de preocupación válida, con las precauciones adecuadas, el asesoramiento médico oportuno y el tratamiento adecuado, es posible gestionar efectivamente el riesgo y asegurar el bienestar tanto de la madre como del niño. Recordemos que el objetivo principal es el nacimiento de un bebé sano y el mantenimiento de la salud de la madre, metas que son plenamente alcanzables con la atención, el cuidado y la prevención adecuados.

La toma de decisiones informadas y el seguimiento de recomendaciones basadas en la evidencia son esenciales para navegar con éxito el embarazo, haciendo de la prevención y el manejo de la toxoplasmosis una parte integrada del cuidado prenatal integral.

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